
Vaginosis bacteriana: ¡Todo lo que debes saber!
Si alguna vez has sentido picazón, ardor o un olor diferente en tu Zona V, es posible que hayas tenido vaginosis bacteriana. ¡Y tranquila! No estás sola. Aunque es importante prestarle atención, es más común de lo que imaginas. Aunque hablar sobre las sensaciones que genera la vaginosis bacteriana puede parecer un poco incómodo, hacerlo nos ayuda a conocer mejor nuestro cuerpo y a cuidarlo correctamente. En Nosotras queremos que te sientas informada y segura, por eso te contamos todo lo que necesitas saber sobre la vaginosis bacteriana para que nunca más vuelva a ser un tabú.
¿Qué es la vaginosis bacteriana?
La vaginosis bacteriana (VB) es una infección común en la zona vaginal y, aunque no es una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS), puede ocurrir con más frecuencia entre las mujeres sexualmente activas. Si no es tratada de manera correcta, puede aumentar el riesgo de adquirir una ETS. Pero, ¿por qué se da? Pues bien, la vaginosis bacteriana ocurre cuando, como su nombre lo dice, hay un desequilibrio en las bacterias que normalmente viven en la vagina. Normalmente, existen bacterias “buenas” que ayudan a mantener un ambiente saludable. Pero si otras bacterias crecen más de lo normal, puede aparecer la incomodidad y los síntomas de una vaginosis.
Síntomas de la vaginosis bacteriana
Todas somos un mundo diferente, y nuestros cuerpos también lo son. Pero los síntomas más comunes de una vaginosis bacteriana son:
Olor vaginal fuerte y desagradable
Flujo vaginal grisáceo o blanco muy abundante y de textura poco densa
Picazón o ardor al orinar
Sensación de incomodidad que parece que no se quiere ir nunca.
Cuando la vaginosis bacteriana aparece, nos recuerda lo importante que es mantener una buena higiene y estar atentas a cualquier cambio en nuestra Zona V.
¿Cómo saber si tengo vaginosis bacteriana o una infección por hongos?
A veces la vaginosis bacteriana puede confundirse con una infección por hongos, ya que ambas causan cambios en el flujo vaginal. Sin embargo, existen algunas señales que te pueden ayudar a diferenciarlas:
Flujo: en la vaginosis bacteriana, el flujo suele tener un olor fuerte o “a pescado” y una textura más líquida o grisácea. En cambio, el flujo por infección por hongos es más espeso, blanquecino y con aspecto similar al requesón, pero sin olor fuerte.
Tratamiento: las infecciones por hongos pueden tratarse con medicamentos de venta libre, pero para la vaginosis bacteriana es necesario acudir al médico, ya que requiere antibióticos específicos.
Si notas alguno de estos síntomas y no estás segura de cuál es la causa, lo mejor es visitar a tu ginecóloga para recibir un diagnóstico adecuado y evitar complicaciones.
¿Cuándo debes consultar a un médico por vaginosis bacteriana?
A la primera señal de alguno de estos síntomas, lo mejor es consultar con tu ginecóloga. No tengas miedo ni sientas vergüenza, la vaginosis bacteriana es una infección común y no resulta ser grave si se trata a tiempo, porque, con el paso de los días, los síntomas pueden empeorar.
Causas de la vaginosis bacteriana
Las causas de la vaginosis bacteriana pueden variar de una mujer a otra. Lo que sí es claro es que se da por un cambio drástico en los niveles normales de bacterias que están presentes en la Zona V y, comúnmente ese desequilibrio se da por factores como:
Duchas o lavados vaginales internos: recuerda que tu vagina tiene el mecanismo perfecto para limpiarse sola y mantenerse saludable; si le haces lavados internos pueden afectar su equilibrio natural y esto puede derivar en una infección como la vaginosis bacteriana.
Tener múltiples parejas sexuales: la intimidad es un tema que se debe tratar con precaución y con los cuidados adecuados, porque las bacterias o enfermedades se pueden pasar de una persona a otras.
Usar ropa interior muy ajustada: los panties demasiado ajustados impiden el desarrollo normal y saludable de los lactobacilos, que son necesarios para combatir las infecciones.
Complicaciones de la vaginosis bacteriana
La falta de higiene y tratamiento puede ocasionar algunas complicaciones que hacen que la vaginosis bacteriana resulte siendo incluso más incómoda. Mantente alerta y recuerda que a la primera señal debes ir a consultar para evitar que derive en:
Infecciones de Transmisión Sexual (ITS): una vaginosis bacteriana hace que tu Zona V esté mucho más sensible y desprotegida, lo que favorece la entrada de otro tipo de infecciones y Enfermedades de Transmisión Sexual.
Enfermedades inflamatorias: hay ciertas infecciones como la Inflamación Pélvica que llegan hasta el útero y las trompas de falopio y pueden derivar de la vaginosis bacteriana, llegando a producir, incluso, problemas de fertilidad.
Complicaciones en el embarazo: las infecciones vaginales durante el embarazo pueden representar un riesgo considerable y delicado, pudiendo asociarse con el bajo peso al nacer del bebé o un parto prematuro.
Sabemos que todas estas complicaciones suenan un tanto alarmantes, y, ¡por supuesto que lo son! Pero recuerda que detectar a tiempo los síntomas y buscar ayuda profesional puede prevenir las complicaciones de una vaginosis bacteriana.
Prevención de la vaginosis bacteriana
La prevención es la clave para una salud completa. Por eso, el mejor tratamiento que podemos encontrar para la vaginosis bacteriana es una buena protección antes de que se desarrolle. Aquí te dejamos los tips que debes tener en cuenta:
Practica una buena higiene íntima: mantén tu Zona V limpia con los productos adecuados y especializados para el cuidado íntimo, como los Jabones Íntimos Nosotras.
Usa condones durante las relaciones sexuales: mantener relaciones sexuales seguras reduce el riesgo de infecciones.
Limita el número de parejas sexuales: todos los cuerpos tienen un pH diferente, por eso, compartir relaciones íntimas con diferentes personas puede resultar tan delicado si no usamos la protección correcta.
No te des duchas vaginales: permite que tu vagina se limpie de forma natural y reduce el riesgo de una vaginosis bacteriana.
Usa ropa interior de algodón y evita la ropa muy ajustada.
Pon en práctica estos consejos y así ayudarás a que tu cuerpo se mantenga sano y equilibrado.
¿Qué tan común es la vaginosis bacteriana?
La vaginosis bacteriana es una de las infecciones vaginales más frecuentes en mujeres entre los 15 y 44 años. Se estima que cerca del 30% de las mujeres la tendrá en algún momento de su vida. Así que si te ha pasado, no te preocupes, no eres la única.
¿Cómo se propaga la vaginosis bacteriana?
Aunque puede haber muchas maneras en las que se propague, la más común es, sin duda, en las personas sexualmente activas. Se cree que esto se da por los fluidos compartidos que generan un desequilibrio bacteriano en la vagina y, por supuesto, por no tener los cuidados adecuados usando condón.
Despreocúpate a la hora de ir al baño o a la piscina, porque seguro tenías la duda, pero aquí te la resolvemos: La vaginosis bacteriana no se propaga por contactos con los asientos o el ambiente.
¡Estoy embarazada! ¿La vaginosis puede afectar a mi bebé?
Busca tratamiento lo más pronto posible. Esta infección durante el embarazo puede aumentar el riesgo de parto prematuro o bajo peso del bebé. Aunque no se conoce con exactitud la causa, se ha observado esta relación en varios casos.
¿Existe una cura para la vaginosis bacteriana?
¡Sí! La vaginosis bacteriana se trata con antibióticos recetados por el médico. Es importante seguir todo el tratamiento, incluso si los síntomas desaparecen antes. Evita automedicarte, ya que esto puede empeorar la infección o hacer que regrese. Déjalo siempre en manos de un profesional. Recuerda que cuidar de tu zona íntima también es cuidar de ti. Con buenos hábitos de higiene, usando productos adecuados y escuchando a tu cuerpo, podrás sentirte segura y con confianza todos los días.

Déjanos tus comentarios